El uso de este tipo de construcciones es múltiple: vivienda, funciones productivas, religioso, etc. dependiendo de la época y el lugar donde se localizan.
Este tipo de construcciones se encuentran en un gran número de países. Un ámbito significativo en cuanto a su localización se da en el área mediterránea. Excavadas desde la Península Ibérica, en el resto de Europa, hasta Turquía, Egipto, Mesopotámica, la India, Asia central, China, América y Australia también aparecen estas construcciones.
La tradicional asociación entre viviendas-cueva y las bajas condiciones socio-económicas de sus moradores ha puesto en peligro este legado, ignorando que actualmente unos 60 millones de personas residen dignamente en cuevas repartidas por todo el mundo. Hoy la puesta en valor de este patrimonio y su atractivo turístico está actuando de freno a su desaparición.