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Valparaíso,
el valle del río Darro

Podría considerarse que todo el valle del Darro constituye un sistema hidráulico fundamentalmente de origen andalusí y, al contrario de lo ocurrido en otros lugares del entorno de Granada, en el Darro se conservan casi intactos sus trazados y huellas.
Adquiere un carácter que llega a ser mítico.

Un río de oro

«Su valor aumenta porque al tesoro de sus aires y de su vegetación se une el oro de sus arenas. Haberlo lo hubo, lo que contribuía a conferirle un carácter muy especial, único, por supuesto superior al que tenían otros ríos cercanos y aun lejanos, aunque fuesen más importantes por su caudal y su recorrido.


El Darro, dentro de su modestia, curso y caudal, fue siempre un elemento identificador de la fisonomía urbana de la capital granadina, hasta el punto de configurar gran parte de la morfología urbana de su casco histórico»

«Granada es la flor dejada por el curso de este rio»

Alfredo Lombardo (Poeta)

El gran patrimonio cultural que se asienta en sus laderas da testimonio del valor y la influencia del rio en la ciudad. Resaltan por su importancia la Alhambra, el Albaicín y el Sacromonte con su flamenco reconocidos por la UNESCO como patrimonios de la humanidad.

El río Darro

(su toponimia deriva de aurum, oro en latín).

Con un recorrido total de unos 22 km, forma (junto al Genil, el Beiro, el Monachil y el Dílar) la red fluvial del entorno urbano de Granada. Esta red, perteneciente a la cuenca hidrográfica del Guadalquivir y por tanto al dominio atlántico, se genera en los relieves situados al este, nordeste y sureste de la ciudad dentro de los macizos montañosos de Sierra Nevada, Sierra Arana y la sierra de Huétor.

Su entrada en Granada se produce de forma gradual, en una separación no abrupta entre el campo y la ciudad.

El cauce natural de nuestro rio beneficia a Granada de una red de acequias definidas y organizadas topográfica y cronológicamente, así es que la parte llana de la ciudad y la Alhambra se nutren de estas acequias que salen de una presa del Darro, punto de toma de agua de la acequia Real destinada a la Alhambra y la de la ciudad que se divide en dos ramales: el que va por la margen derecha recibió el nombre de Axares y el de la izquierda, Romayla, que tras la Conquista cristiana, cuando los barrios pasaron a ser parroquias, se denominaron, respectivamente, San Juan de los Reyes y Santa Ana.

Existe una seria diferencia entre el tramo alto y el bajo de este rio.

En un punto más arriba del curso del Darro encontramos la hacienda de Jesús del Valle, que fué una explotación monástica gestionada por los jesuitas, dotada de todos los servicios necesarios para una buena productividad. En ella, además de la parte residencial, se encontraba otra productiva, con un molino de aceite movido por tracción animal y un molino harinero, de los que ya hemos hecho referencia y hay ejemplares diferentes en torno al Darro alimentados por el agua de sus acequias.

El paisaje que observamos en el valle nos muestra ante todo un uso agrícola, que en tiempos no muy lejanos servía de abastecimiento a la ciudad, suministrando verduras y hortalizas. En cambio, ya en el interior de Granada, el río fue utilizado de diferentes maneras teniendo una gran importancia su uso industrial en las curtidurías y tenerías, como ponen de manifiesto las referencias a molinos que se situaban aprovechando las acequias, abastecidas y muy cercanas al curso del río.

Ya en tiempos más recientes se han cultivado flores, que tenían su salida económica en otoño, sobre todo para el día de Todos los Santos. El trabajo era llevado a cabo por las unidades familiares pero era habitual asimismo el empleo de mano de obra ocasional, acudiendo especialmente la población del Sacromonte, que también, en buena medida, buscaba hacer jornales en la vega granadina.

Para los barcos de vela
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros”

Federico García Lorca

El Darro es un río que conduce al paraíso, esa es la enseñanza que sacamos de manera inmediata.   

Su alteración supondría la pérdida de un valioso patrimonio que debemos conservar y proteger.

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