Una cueva dedicada al alimento y a la medicina natural
Fundamentos de la cultura gitana han sido su identidad nómada y su estrecho vínculo con la naturaleza. Durante su éxodo el pueblo gitano ha utilizado los recursos naturales del entorno de una forma vital y experimentada. De una manera patente eran las mujeres las que atesoraban el conocimiento experto sobre las plantas y sus propiedades medicinales e incluso mágicas y esotéricas confundiéndose una medicina tradicional con una cocina que utiliza de forma magistral las propiedades de alimentos que habitualmente pasan desapercibidos.
La mejor medicina es la buena cocina
La forma de cocinar es un rasgo diferenciador de todas las culturas, tanto por los alimentos utilizados como por su forma de elaboración.
La cocina tradicional nos da información sobre el espacio geográfico donde nos encontramos, sus cultivos y el nivel socioeconómico de las familias.
Ser mujer y ser gitana
En mi casa, se dice algo muy gitano, “la verdad duele pero cura”…
Si la comunidad gitana ha sido y es víctima de exclusión social, la mujer lo ha sido aún más.
La mujer gitana, su cotidianidad, sus aportaciones, nunca ha sido objeto de interés por parte del historiador.
La mujer gitana es (fuera del lugar común) la honra de la familia, el pilar, el garante de transmisión de valores, de cultura y de memoria.
Pero por otra parte es también el motor de cambios, de modernidad o más bien de conciliación entre los elementos genuinamente gitanos y las imperiosas y naturales necesidades de una realidad contemporánea.
Es por lo tanto un eje fundamental, un engranaje esencial para entender la historia gitana y sin embargo se encuentra totalmente ausente de la historiografía sobre temática gitana.
– Sarah Carmona.